Visitar Florencia en 24 horas

La ciudad merece más que 24 horas; sin embargo, puede hacerse una idea de su belleza en solo un día. Comience el recorrido en la plaza del Duomo, donde se encuentran frente a frente la catedral de Santa Maria del Fiore, comenzada por Arnolfo di Cambio en 1296 y coronada en 1436 por la mundialmente famosa Cúpula de Filippo Brunelleschi, y el Battistero di San Giovanni de estilo románico, decorado con puertas de bronce de Lorenzo Ghiberti y Andrea Pisano. 
La Cúpula es el símbolo de Florencia: una construcción audaz y majestuosa desde donde se puede disfrutar de la hermosa vista tanto de la ciudad como del interior de la Catedral. A un lado de la fachada se encuentra el Campanario de Giotto, esbelto con sus colores. Este es otro punto desde donde se puede apreciar la ciudad.

Siguiendo por la animada Via dei Calzaiuoli, llegará a la Piazza della Signoria, el centro político de Florencia. Allí se erige desde fines del siglo XIII el Palazzo della Signoria, mejor conocido como Palazzo Vecchio, sede de la Municipalidad de Florencia y museo. Atravesando el umbral del patio interno podrá admirar la fuente del cupido de Verrocchio y los frescos de Giorgio Vasari. En la plaza, en la Loggia dei Lanzi del siglo XIV se exponen famosas estatuas, como el Perseo de Benvenuto Cellini o el Ratto delle Sabine de Giambologna. 
Conectado con el Palazzo Vecchio se encuentra el imponente edificio de los Uffizi, proyectado por Vasari en el siglo XVI para que funcionara como la sede de la Cancillería de los Médici y actualmente uno de los museos más importantes del mundo. La galería alberga pinturas desde los Primitivos (Cimabue, Giotto) hasta el Manierismo y constituye un compendio de la pintura renacentista italiana, gracias a las obras de arte de Sandro Botticelli, Filippo Lippi, Paolo Uccello, Leonardo Da Vinci, Michelangelo y Raffaello.

Desde Uffizi, vaya hasta la Piazza San Firenze (donde se encuentra el Museo del Bargello, cuya colección de estatuas renacentistas es una de las más importantes a nivel mundial) y luego a la Via dell’Anguillara, llegando finalmente a la Piazza Santa Croce. La Basílica, reconocida obra maestra del periodo gótico y observada de cerca por la severa estatua de Dante Alighieri, es uno de los monumentos más visitados de la ciudad. En la plaza se lleva a cabo todos los veranos el Torneo histórico de fútbol, una competencia tradicional entre los cuatro barrios históricos de la ciudad que se celebra todos los años desde fines del siglo XV.

Desde Santa Croce regrese por el lado del río y diríjase hacia el Ponte Vecchio, uno de los principales símbolos de Florencia. Allí encontrará las famosas tiendas de los orfebres y joyeros, así como la estatua dedicada al más ilustre de todos ellos: Benvenuto Cellini.

Una vez que pase el puente se encontrará di là d'Arno (“más allá del Arno”), un concepto importante para la ciudad. De los cuatro barrios históricos de Florencia, tres de ellos (San Giovanni, Santa Maria Novella y Santa Croce) se encuentran di qua d'Arno (“de este lado del Arno”) y solo uno de ellos, Santo Spirito, se encuentra sobre la orilla izquierda del río. Desde Ponte Vecchio podrá llegar a Piazza Pitti, dominada por la fachada del majestuoso edificio homónimo. El Palazzo Pitti data del siglo XV y fue comprado por Leonor, esposa del Gran Duque Cosme I, para convertirlo en el nuevo palacio de la familia Médici, que antes residía en el Palazzo della Signoria. El Palazzo cuenta con un maravilloso parque, el Jardín de Bóboli, y hoy es sede de numerosos museos. Diríjase luego hacia Santo Spirito, el barrio de artesanos donde se respira la auténtica atmósfera florentina.  
La Piazza Santo Spirito, una de las pocas plazas con árboles en la ciudad, está rodeada de hermosos edificios y por la iglesia proyectada por Brunelleschi en 1444. Además de la pureza de sus líneas arquitectónicas, la estructura alberga importantísimas obras de arte. 

Visitar Florencia

Visitar Florencia en 48 horas

Si tiene dos días a su disposición para conocer Florencia, el recorrido se amplía. 
No muy lejos de la estación de tren de Santa Maria Novella, obra maestra del racionalismo arquitectónico de inicios del siglo XX, se encuentra la basílica a la que debe su nombre. Santa Maria Novella es una iglesia del siglo XIII de la orden dominicana, con una elegante fachada de mármol blanco y verde proyectada por Leon Battista Alberti. Su hermoso interior estilo gótico alberga numerosos frescos y obras maestras del arte renacentista, entre ellos, la célebre Trinidad de Masaccio. Al lado de la iglesia se encuentra el museo homónimo. 
A través de estrechos y pintorescos callejones se llega luego a Via de’ Tornabuoni, la calle más elegante de la ciudad, desde la cual se asoma la parte trasera del gran Palazzo Strozzi, cuya construcción fue encargada por Filippo Strozzi a Benedetto da Maiano. Sede de importantes muestras de arte, el edificio tiene un amplio y majestuoso patio que se encuentra siempre abierto. Continuando su camino, llegará a la Piazza della Repubblica, que fue el corazón de la ciudad al tiempo de su fundación y hoy es fruto del desarrollo urbanístico del siglo XIX. 
Regresando hacia la plaza del Duomo y luego pasándola, llegará a la Via Martelli y se topará luego de pocos metros con otro gran edificio del Renacimiento: el Palazzo Medici Riccardi. Cosme el Viejo de Médici encargó su construcción a Michelozzo hacia la mitad del siglo XV. 
El edificio, sede de la Provincia de Florencia, es también un museo con monumentales ambientes y una espléndida capilla con frescos de Benozzo Gozzoli. En los alrededores se encuentran la Iglesia de San Lorenzo y el Convento de San Marco. San Lorenzo fue la iglesia de la familia Médici; su estructura actual fue proyectada por Filippo Brunelleschi y es un ejemplo puro de la arquitectura renacentista. La fachada nunca fue completada, mientras que en su interior se encuentran numerosas obras maestras de la pintura. 
Alrededor de la iglesia se encuentran otros lugares importantes, como la Biblioteca Mediceo Laurenziana, la Sagrestia Vecchia y las Cappelle Medicee con la Sagrestia Nuova, obra maestra de Michelangelo. 

El Convento de San Marco, de los Dominicanos de Fiesole, fue un verdadero centro intelectual de la ciudad en el que Cosme el Viejo invirtió para obras de ampliación y remodelación. El Museo del convento alberga los frescos renacentistas de Beato Angelico y su biblioteca es una obra maestra de Michelozzo. 
En los alrededores de la plaza San Marco se encuentra la Galleria dell'Accademia, uno de los museos más visitados de Florencia por la presencia del célebre David de Michelangelo. El museo aloja también otras interesantes esculturas del mismo artista y una rica exposición de pinturas toscanas de los siglos XIII al XVI. 
Más adelante llegará a la armoniosa plaza Santissima Annunziata, rodeada de edificios con amplios pórticos, entre ellos, el Spedale degli Innocenti, obra arquitectónica de Filippo Brunelleschi, realizado en 1440 para hospedar niños abandonados y que hoy es sede de un interesante museo. La iglesia de la Santissima Annunziata se remonta a la mitad del siglo XIII y fue construida por la Orden de los Siervos de María. Alberga en su interior los frescos de Andrea del Sarto, Franciabigio, Pontormo y de Rosso Fiorentino. 
A la izquierda de la iglesia, en la esquina con la Via Capponi, se encuentra la entrada del Museo Arqueológico, muy importante por sus colecciones etruscas, romanas y sobre todo egipcias. La visita al museo incluye también su hermoso jardín, donde se han reconstruido tumbas etruscas.

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